Se mueven entre nuestran vidas y nos envuelven sin q lo sepamos.
Es especial cuando un gran momento espera su turno para ocurrir,
cuando entre los días frios, una mañana humeda le abre las puertas de otra dimension a dos sangres distintas; que desde ese día fluiran entrelasadas, regalandose suspiros, quemandose y curandose simultaneamente, sin peligro, sin espectativas de un final, mientras siguen en este valle de lagrimas.
Y entonces escondes esa mañana del tiempo y de su olvido, porque aunque no creas en los milagros sabes que lo has presenciado, sentido y cada día del año que tenga su nombre, tendra ese abrazo que a dos criaturas impuras a sentir la perfeccion que recorre nuestros sueños y tocarla como carne frente de tu rostro.
Apesar de a distancia y las inumerables revoluciones de las manesillas que nos separan, siempre quedara una señal de nuestra existencia y una oportunidad de escapar de esta sentencia.